El “Rincón de Miso”, la biblioteca para jóvenes ubicada en la República de los Niños, que encierra una historia de reinvención y sanación

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Paula Mouras, mamá y fundadora: “INVITAMOS A QUE NOS VISITEN Y CONOZCAN LA OBRA DE NICO”

Por: Daniela Ullúa 

Es una tarde soleada, el predio de la República de los Niños, en La Plata, no está lleno de gente como ocurre los fines de semana. Se disfruta más caminar. Voy hacia la estación Blancanieves, el nuevo lugar donde funciona el Rincón de Miso, la biblioteca infanto juvenil. Es una de las estaciones por donde pasa el trencito de la repu, como se lo conoce. Una cabaña de madera cálida y acogedora ubicada a un costado del lago.

Son las 15 horas, a lo lejos la veo llegar: Paula es inquieta, sencilla, afectuosa. Nos hemos visto un par de veces y me ha hablado de la historia que quiero contarles. Me interesa saber cómo vive, siente y piensa una mamá luego de la pérdida de un hijo. Cómo son sus días, qué ha aprendido de esta dolorosa experiencia. 

Ella es la fundadora de El Rincón, este espacio de encuentro que funciona desde el 28 de octubre del 2022 en este lugar emblemático de la ciudad de La Plata y que está inspirado en Nicolás. 

Un poco de historia

Para saber cómo surge el Rincón y quién es Paula, hay que hablar de su hijo, Nicolás Gado. Un chico de 15 años que, mientras transitaba una enfermedad oncológica, utilizó la escritura como herramienta de expresión. En ese tiempo -tres años-, escribió el libro “El investigador. Diario 1”. Una obra de fantasía aunque hay personajes que tienen que ver con su propia vida. 

Miso es el investigador. Miso es Nicolás, fanático de Star Wars y seguidor de Gravity Falls. 

¿Quién era Nico? 

Nico fue un luchador, con un gran sentido del humor, yo digo que era un mago en su vida ya que transformaba los dolores en algo positivo y encontraba humor en cada situación, era movedizo y creativo. Todo eso hizo que sea un joven querido, muy ruidoso. Esa es una de las cosas más difíciles que me tocó: el silencio. Eramos muy compañeros, mi primer hijo, con lo cual es particular, uno aprende a ser mamá. Hoy sigo con Matías, la adolescencia la estoy aprendiendo con él, mi segundo hijo.

Nicolás tuvo sarcoma de Ewin, un tumor canceroso que se origina en los huesos o tejidos blandos y se ve con mayor frecuencia en niños y jóvenes. En este caso se originó en la cadera, el primer tratamiento duró un año y se redujo, es decir, tuvo un buen resultado pero a los tres meses volvió a aparecer en otra parte de la cadera. “Nico tuvo una gran fortaleza física porque era flacucho”, asegura Paula. 

Vos tenés una particularidad: hablás del tema con mucha naturalidad. ¿Es una manera de sanar? 

No tengo problema, a mí me sirve, es como transformar ese dolor. Lo que le pasó a Nico no era esperado, es un dolor que lo transito con mucho acompañamiento, con terapia. Trabajé bastante la posibilidad de que falleciera con María, mi psicóloga que me acompaña y sigue en este tramo. También, interactuando con otras mamás que han pasado por la pérdida como Paula, la mamá de Pilar, la de la biblioteca Del Otro Lado Del Arbol (ubicada en el Parque Saavedra, frente al Hospital de Niños, Sor María Ludovica). Ella es una referente para mí, fue un incentivo a hacer algo más. Tenemos muchas cosas en común: el mismo médico, lugares físicos que transitamos con nuestros hijos, que hoy tendrían la misma edad. También seguir hablando con mamás que perdieron a sus hijos después que yo y con las que nos conocimos en las internaciones, eso para mí es una manera de transitar el duelo y elaborar la pérdida.

Decías que Nico era muy ruidoso y que extrañabas eso 

La ausencia física que al principio es un vacío enorme, que no tenés con que llenar, con una angustia a veces insoportable, que no te deja respirar, con el tiempo se hace más leve. Siento que él está en todos lados, que me acompaña, es una sensación interna. Y el haber formado este espacio y seguir pensando en el arte como herramienta para la vida, que descubrí con Nico, me permite transformar lo que pasó en otra cosa.

¿Cómo fue para la familia? 

 La enfermedad de Nico hizo que los cuatro estuviéramos muy cerca, que Matías haya podido con sus 9 años entender y acomodarse a la situación y que esté muy encima de Nico. Que ellos dos formaran una relación de mucho compañerismo por eso fue un aprendizaje para todos. 

¿Y cómo surge El Rincón?

Nico termina el libro, recibe la prueba de galera o primer libro, le hace todas las correcciones y fallece en el medio, el 6 de noviembre del 2021, no vio la obra terminada. A los días nos llegan todos los ejemplares, muchos regalamos. Estábamos rodeados de los amigos de Nico, visitándonos siempre y yo con muchas ganas de hacer circular el libro entonces pido permiso para presentarlo acá, en la repu. Nosotros somos del barrio, mis hijos venían a la escuela de acá cerca, la N°18 de Gonnet.

Me dicen que sí y en el año 2022 hacemos la presentación en el Museo del Muñeco. Ese día me reencuentro con una ex profesora mía de yoga, Cecilia Rossi que tiene el Rincón de Infancias acá y me ofrece hacer algo. 

Ese encuentro fue causal

Sí y a partir de ahí nos juntamos con siete u ocho amigos de Nico, vimos el lugar y empezamos a pensar qué hacer. Yo no sabía bien, así que son los chicos quienes proponen hacer un espacio de interpretación del libro interviniendo unos baños viejos con ayuda de Mimí que es la ilustradora del libro, la gran compañera de Nico. El 28 de octubre del 2022 lo inauguramos y después vino la idea de hacer una biblioteca, siempre dirigida a jóvenes y adolescentes. Recibimos muchos libros, Norma la bibliotecaria nos ayudó a inventariarlos y se transformó en el punto de encuentro de los amigos de Nico y otros chicos que se iban sumando.

¿Qué actividades se realizan en la biblioteca? 

Se hacen talleres gratuitos de artes visuales, teatro, música, dibujo, canto y percusión. También visitas de escuelas. Empezamos de a poco, reuniéndonos los martes y ahora ya estamos de lunes, martes, jueves, viernes y sábados. Queremos que sepan quiénes somos y que se acerquen más chicos. Hoy tenemos entre 12 y 15 chicos por día. 

¿Qué ves en los chicos de las escuelas que vienen a visitar El Rincón?

Primero llegan sin saber adónde van. Cuando los docentes se contactan les digo que no cuenten mucho, así ven lo que les pasa a los chicos. Para mí está bueno que vengan de visita porque esto no es para una materia especial, sino que es una historia de vida que fue desencadenando en la apertura de este espacio en el que se hacen varias cosas. No está focalizado para una temática en particular. Cuando llegan, los recibo, ellos no me conocen, no saben nada. Les cuento que es lo que van a ver detrás de la puerta, donde comienza El Rincón. Les presento a Nico, ya que tenemos una serie de fotos y les cuento que escribió un libro, les cuento la historia y lo último que digo es que soy la mamá de Nico. Ahí abro las preguntas y está buenísimo porque preguntan de todo. Me he encontrado con chicos que han tenido o tienen a alguien en una situación similar y está bueno porque cuentan qué les angustia, qué les pasa. Son temas que no se hablan: de la muerte y de enfermedades no se habla, pero están. Después les muestro los dos espacios (interpretación del libro y la biblioteca) y depende de la edad, les planteo una actividad, una consigna sobre el libro. Son dos horas con música, mates y se genera algo hermoso. Con los talleristas vamos viendo la necesidad social de que haya espacios para adolescentes, donde se los reciba. Un lugar sano donde el amor circule y por ahí vamos. Queremos seguir con las visitas y que nos conozcan, que vengan más chicos. Para nosotros esperarlos para hacer cada actividad o simplemente que sepan que tienen un espacio en el que se habla mucho y se escucha, es importante. Se ponen límites también, hay cosas que no están permitidas tenemos pautas de convivencia pero tenemos espacio para todos los jóvenes. 

Por último, Paula Mouras ¿Quién es? 

Uh, qué pregunta. Paula Mouras es una mujer que tuvo la fortuna de estar siempre muy bien acompañada, con una situación particular como le ha pasado a tantas otras mujeres, pero que antes de este suceso era una y ahora, es otra. No me considero más que cualquier otra mujer a la que le han ocurrido cosas en la vida, que se cayó y se volvió a levantar. Sí me siento -hoy por hoy- con cierta fortaleza para trasformar, eso es parte lo que me sostiene. Soy una mujer común, de 52 años con dos hijos, uno que ya no está presente físicamente y Matías de 15 años. Con una pareja, Patrick, un buen compañero de vida. Y trabajo, soy licenciada en biología, docente y apicultora. Estoy muy contenta. 

Venta del libro El Investigador: Rayuela, El Ateneo y en editorial Vuelta a Casa. 

También por Instagram a través de la cuenta: @elrincondemiso 

Para hacer visitas a la Biblioteca (nivel secundario), comunicarse al 2216041689 o @elrincondemiso

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