
Venerando a viejos dioses
me he dado cuenta de la simpleza de las cosas;
de todo aquello que me he pasado
la vida persiguiendo
Yendo de un lado al otro
no dejando de mover los pies
fui ricx y pobre
tuve amor
Y también me aferré a la soledad
Me aferré a las drogas
al alcohol y los malos hábitos
me aferré a malos tratos
a cariños a medias
Viajé, conocí, me encontré
volví a perderme una y otra vez
tuve mascotas, emprendimientos
muchísimos hogares distintos
Viví solx y acompañadx
elegí la compañía como prioridad
y a veces
la rechacé hasta el cansancio
Admitir mis errores
mis tristezas y dolores
nunca fue tan difícil
como admitir que en nada de lo que he hecho
sentí tanta plenitud
como en ese instante, cuando me siento sobre el pasto
cuando miro el cielo,
escucho una canción que me gusta
y el tiempo se detiene
y empieza a jugar a mi favor.
Marthina Eyrea Irazú