
El experto finlandés en educación visitó la Argentina y en declaraciones a la prensa, habló sobre cómo la Inteligencia Artificial puede potenciar el trabajo en el aula y resaltó la docencia como profesión vital para una sociedad.
Jari Lavonen es experto en educación y trabajó en Finlandia en una de las áreas claves del desarrollo y mantenimiento de su nivel educativo: la matriculación de los docentes. “Los docentes son profesionales, universitarios, no solo servidores públicos”, enfatiza al explicar que en su país se selecciona “a los mejores, a los más brillantes, para que sigan la carrera docente”.
En Finlandia, toda la educación es gratuita y a diferencia de lo que ocurre en Argentina, tiene severos procesos de evaluación. “En el secundario hay un examen final de conocimientos y, a partir de allí, se define qué se estudia en la universidad según las necesidades del país. Hay cupos por cada área. El foco está puesto en el alto nivel de la formación profesional y hay recursos para esa formación”, explicó Lavonen, al visitar recientemente nuestro país, en declaraciones al diario LA NACION. Estuvo en la sede de la UdelaCiudad, acompañado por su rectora, María Florencia Ripani.
La profesionalización docente
“En Finlandia no hacemos cambios fuertes, de un lado a otro o movidos por las tendencias de otros países. Tenemos una orientación hacia dónde llegar y ese objetivo no cambia si cambia la política”, afirmó.
En Finlandia, cuyo sistema educativo es uno de los mejores del mundo, “hay consenso en los grandes temas como creer en la universidad, en la docencia y en la escuela”. En las aulas finlandesas, a las que llegan de manera obligatoria los niños desde los 6 años, hay dos maestros que trabajan de forma coordinada y colaborativa. “El docente es autónomo, trabaja de manera colaborativa y se los considera en el mismo nivel de otros universitarios como los médicos, los ingenieros o los abogados”.
La decisión de consolidar a la educación como base del desarrollo de su país fue tomada después de la Segunda Guerra Mundial. “Quedamos muy pobres y sin industrias. Y se decidió implementar la educación como de sistema de posguerra para todos para contribuir al ascenso social”, señaló Lavonen, al recordar que todo el sistema es gratuito, incluido la provisión de libros escolares, los materiales didácticos, las computadoras y hasta el desayuno en todos los niveles educativos. “En Finlandia no es legal cobrar por educación. El sistema es gratuito y público. Los ciudadanos destinamos el 60% de los salarios a impuestos, que se traducen en los servicios que se necesitan”, amplió.
Al referirse a uno de los temas más espinosos en la Argentina, el debate permanente sobre los salarios docentes, solo se limitó a plantear que en Finlandia “no hay grandes diferencias de salarios (entre los profesionales con título universitario) y que hay poca gente rica”.
Sobre la IA
La Inteligencia Artificial (IA) “es una herramienta digital muy compleja en la que no se puede confiar tanto porque da datos que no existen”. Aconseja “chequear bien su uso”, aunque admite que “ayuda en el soporte de la escritura, la gramática, en el arte y la música”. “Es un área inmensa de innovación que tiene un amplio campo de uso, pero hay que ser cauteloso”, señala el experto en educación de Finlandia que se convirtió en el primer “doctor honoris causa” de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (UdelaCiudad).
La Ciudad de Buenos Aires ha tomado experiencias del modelo finlandés para replicar en las aulas porteñas y hasta ha enviado docentes a interiorizarse de distintas prácticas.