En el marco del lanzamiento de “Gaceta Educativa”, Mario Oporto hizo su segunda aparición como Secretario General del Consejo Federal de Educación (CFE), donde fue electo por unanimidad por Nicolás Trotta, las ministras y los ministros de Educación de las 24 jurisdicciones del país y por representantes gremiales.
Al comenzar la entrevista, Oporto contextualizó históricamente al CFE para darle sustento conceptual a la idea de lo que es el Consejo, con el propósito de que, quienes no lo conozcan, no crean que es sólo un organismo técnico que le hace firmar resoluciones a las provincias.
Luego, hizo referencia a la asamblea en la cual fue elegido secretario, donde se había acordado una mirada común entre todo el sistema educativo argentino, ratificando el desafío de la presencialidad cuidada. Con este propósito, se debatió sobre las diferentes realidades del país y la resolución alcanzó voto mayoritario, solo CABA y Mendoza se opusieron.
«Lo que me preocupa es la conurbanización de la cultura y la política argentina. Debe ser, porque la mayoría de los cuadros técnicos nacionales forman parte del AMBA y, también, tenemos esa concepción en la que 15 millones de habitantes de un espacio condicionan muchas veces la vida de los 30 millones restantes. Por lo tanto, es necesario salir de esa conurbanización para pensar un país integrado y en una unidad creativa, hacia ahí hay que girar las políticas públicas y para eso hay que definir bien qué entendemos por federalismo educativo y creo que es un tema en en debate aún»
En este sentido, señaló que “el día que fui votado y se inauguró el Consejo Federal, hubo dos provincias que votaron en contra de la resolución, casi nunca votan en contra. Y es conmovedor porque uno no quiere que eso pase, pero es saludable que haya disidencias y se marquen. Pero sólo si esas disidencias no impiden seguir construyendo un sistema educativo en el que el mandato constitucional dice que es responsabilidad provincial”.
Por otro lado, cuando en la mesa comenzó a tomar protagonismo el desarrollo de las clases en el contexto de pandemia, aseguró que: “Estamos frente a una crisis sanitaria, no frente a una crisis educativa. Lo que no significa que no hubiera una crisis educativa previamente, ni tampoco significa que alguna medida que hemos tomado para paliar la crisis sanitaria, como la cuarentena, repercutan en la educación”.
“Me parece que el debate fue interesante. Ver a la comunidad preocupada por la educación, o mejor dicho, por la presencialidad, no se si tanto por la educación. Ya que cuando hay paro también, todo el mundo discute que no haya paro porque la escuela es importante. Y el día que no hay más, los pibes entran a la escuela y a nadie le importa qué pasa ahí adentro. Y así sigue la vida hasta que haya otra interrupción”
Con respecto a la segunda ola, Mario afirmó que golpeó a una sociedad que estaba muy optimista y que creía que, con el verano y la vacuna, no iba a tener que retroceder, “y golpeó a una sociedad muy cansada, que se le pedía nuevamente, en el caso de la escolaridad, la no presencialidad”.
En relación a la virtualidad escolar, el Secretario General habló sobre tres momentos que, él cree, hacen alusión a cómo se debió y debe trabajar en Educación a partir de la pandemia. En primer lugar, retomó el año 2020 donde expresó que, “los documentos eran buenos, tanto los acuerdos federales como todo el material que la provincia de Buenos Aires en el área educativa manejó, fueron muy sensatos, muy responsables”.
“Yo creo que el 2020 no fue un error, que se fue trabajando sobre lo impensado, en prueba y error. Y lo que se tenía que trabajar era amortiguar daños, pero no caer en la ingenuidad de que no iba a haber ninguno. Ni creer que no va a haber ninguno.”.
En el segundo momento se posicionó en este año e hizo referencia a la incertidumbre de no saber si vendrá una una tercera o cuarta ola, u otra cepa. Por ello, señaló, que “el 2021 lo veo como una transición, heterogénea, una transición diferenciada. Donde va a haber algunas presencialidades, otras van a ser mixtas y otras cierre total. Como sucede hoy en la provincia, hay 50 distritos cerrados y 85 que no lo están”.
Luego se preguntó “¿cómo va a ser la escuela cuando llegue la presencialidad total?, ¿igual a sí misma? no va a incorporar ninguna experiencia?”. Y en este sentido, agregó que el tercer tiempo “será cuando volvamos a la presencialidad total y ahí veamos las bajas, cuántos chicos quedaron en el camino, cómo hacemos para que vuelvan, ¿vamos a aprender algo de la pandemia?”
“Todos queremos presencialidad, no hay una voz que se haya alzado en contra. Pero sabemos que hay una situación sanitaria que nos lleva a una alerta y nos impide la presencialidad. Si eso ocurre, tenemos los dispositivos para responder a esa situación. ¿Cuánto durará esa situación? No lo sabemos, como no sabíamos que iba a llegar un virus y llegó”
Por último, concluyó su análisis agregando un cuarto momento, “hablar de educación todo el tiempo”, y tener certeza de “qué educación queremos para los argentinos”.
