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No te conozco, no.
Que difícil, pero te quiero.
¿Es posible querer sin conocer?
Ahora me desconozco por quererte
sin conocimiento alguno,
me desconozco por llegar a querer a una persona irreconocible
o que alguna vez conocí pero no del todo.
No, no te conocí.
Porque ahora no te conozco, y si no lo hago ahora, entonces antes tampoco.
¿Y por qué te quiero?
sos irreconocible, pero querible al fin.
Micaela Haedo – Estudiante del Profesorado de Lengua y Literatura en el I.S.F.D y T. N°58 – MAGDALENA