REGIÓN 14: ALEM – LINCOLN – LOS TOLDOS

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La sección “Voces escolares” da lugar a la voz de los trabajadores y las trabajadoras de Educación de las escuelas bonaerenses, en este caso de algunos distritos de la Región 14. Sin importar la modalidad ni el nivel, esta comunidad toma protagonismo para contar su experiencia desde adentro de las instituciones educativas y conocer la realidad de cada localidad.

Precisamente, para abordar la Región 14, Gaceta Educativa contó con la palabra de Marianela Paris de Los Toldos (partido de General Viamonte), maestra de 1° grado, en la Escuela Primaria N°27, profesora de la materia «Reflexión Filosófica de la Educación» en el ISFDyT N°60 y allí, también es coordinadora de Políticas Estudiantiles (CIPE). También, con Valeria Salerno, quien ejerce en Lincoln como maestra del Nivel Primario, profesora de Lengua y literatura, en el Nivel Secundario y trabaja en el Fines y Terciario. De la localidad de Alem, Ezequiel Dasseville es profesor de Educación Física en dos Escuelas Secundarias y una Escuela Primaria rural, a cargo de 5 cursos.

Para conocer la realidad de cada partido bonaerense, las docentes y el profesor plantearon los principales desafíos que se encontraron frente al contexto actual, es decir, las dificultades y oportunidades de la educación dual y la virtualidad.

Marianela Paris (Los Toldos), comenzó destacando que desde su rol docente, “tuve que re significar mi manera de trabajar, tuve un tiempo de reacomodamiento de mis prácticas, que tienen mucho que ver con los lazos, con el contacto, el encuentro y las emociones de mis pequeños alumnos y alumnas”.

En tanto, señaló que su mayor desafío tuvo que ver con la alfabetización inicial, la cual considera que se basa “en descubrir el mundo escrito en conjunto, entre pares y docentes. Son esos espacios donde explotan las ideas, la inspiración, donde se desarrollan los lenguajes, el pensamiento”. Y agregó, “reproducir eso de manera virtual, fue imposible”.

Marianela en este último tiempo fue repensando sus prácticas y reflexionaba sobre su trabajo, incorporaba prácticas “totalmente nuevas”, donde la tecnología tomó protagonismo en su vida y en la de la escuela, “hubo mucho de prueba y error en el 2020”.

Por otro lado, hizo referencia a las oportunidades que brindó la educación virtual, ya que “con ella, podemos volver a lo esencial y poner a nuestros y nuestras estudiantes al centro de las preocupaciones. Así como también nuestra propia relación con la tecnología y la escuela, apropiarnos de ella en función a lo educativo”.

Precisamente, enumeró algunas cualidades de la virtualidad, “la incorporación de las redes sociales a la vida escolar, el uso de aulas híbridas, entre lo presencial y lo digital, el trabajo por proyectos interdisciplinarios”, y afirmó que, “son elementos que no deberán quedar por fuera de la escuela que sigue a la pandemia”.

Cabe destacar, que esas características no dejan de lado la importancia y lo necesario que son las instancias de encuentro, de la presencialidad en todos los niveles educativos, la docente de Los Toldos asegura que “hay espacios que son irremplazables”.

Marianela dando clases en su distrito, Los Toldos

Por su parte, Valeria Salerno (Lincoln), comenzó describiendo lo difícil que fue llevar adelante su labor como docente durante el año pasado, donde “nos encontramos con mucha incertidumbre y confusión”, pero destacó el “acompañamiento directivo y el trabajo en equipo”.

Su práctica fue llevada adelante bajo la tecnología, la cual “nos atravesaron a todos y fue cuestión de hacer, probar, equivocarme y volver a intentar de otra manera”. Coincidiendo con Marianela (Lincoln), ambas revisaban cotidianamente sus prácticas para garantizar la enseñanza a sus estudiantes.

“Perder el contacto físico que brinda el aula nos dejó al descubierto muchas dudas. Fue necesario reinventarse y deconstruir muchos esquemas arraigados de la escuela pre pandemia”, sostuvo Valeria.

Dicho contexto, le permitió percibir, tanto a ella como también a la escuela, “un cambio en cuanto a la manera en que creíamos utilizar las tecnologías en el aula”, ya que “salimos del uso de la TV y ver un vídeo en la escuela para ser partícipes de nuestros propios videos, canales de YouTube y demás maneras de sostener el vínculo”.

Valeria dando clases en su distrito, Lincoln

Desde Alem, Ezequiel destacó que el primer desafío que tuvieron los y las docentes, “es poder reinventarnos, debido a que nadie espero pasar por un proceso de educación virtual, para el cual no estábamos preparados”.

En tanto, realizó una comparación entre lo que fue su labor durante el 2020 y cómo lo transita este año, ya que el año pasado “el vínculo con los alumnos no fue fácil debido a que no nos conocíamos. En cambio, en el 2021 se hizo un poco más sencillo, porque sí tuvimos encuentros presenciales, lo que nos permitió tener un proceso virtual más viable”.

“El proceso virtual nos permitió trabajar más sobre reglamentos y conceptos de algunos deportes, los cuales estamos llevando a cabo en la presencialidad”, comentó Ezequiel acerca de sus clases tanto virtuales como en la escuela.

Otra temática fue la labor específica como docentes, cómo llevan a cabo su planificación, es decir, cómo trabajan con las particularidades que se presentan. Así, Marianela de Los Toldos, comenzó contando que “la incertidumbre es el gran obstáculo que tenemos que sortear ante la planificación”. Por ello, busca que ésta última, “sea concreta y profunda, para el contenido esencial que estamos trabajando y fundamentalmente y más que nunca, trabajar en equipo y de manera interdisciplinaria”.

Considerando como otro gran desafío, el hecho de “diseñar materiales de enseñanza que prescindan de la mediación docente, que estén contextualizados al ámbito familiar, a la diversidad de estudiantes, que consideren la ausencia de recursos tecnológicos en algunos casos, así como también tener en cuenta las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentran los alumnos y alumnas”.

Marianela, en una clase virtual

Para Valeria (Lincoln), “los tiempos pedagógicos no son los mismos y las actividades tampoco pueden serlo”. Donde diferencia que, “en la clase presencial se planifican actividades que merecen la guía y acompañamiento del docente. En las actividades virtuales, aquéllas que los y las estudiantes pueden realizar de manera autónoma”. 

En cuanto a las particularidades que se presentan y requieren atención por parte de la escuela, la docente comenta que, “se trabajan con los equipos de orientación de las instituciones, con los equipos directivos y con nuestros colegas. Dependiendo de la situación”.

Valeria Salerno

En tanto, Ezequiel (Alem), reflexiona desde su experiencia como profesor de Educación Física, y señala que debido a la pandemia, toma “como referencia o eje trasversal para mis planificaciones el atletismo, un deporte donde no hay contacto entre dos personas”.

Y continúa describiendo que, junto a sus colegas, en dicho deporte trabajan “la resistencia, fuerza, velocidad y flexibilidad y las capacidades coordinativas, llevadas a cabo en recorridos o circuitos”. Además, afirmó junto a otras áreas curriculares desarrollan contenidos como la ESI o las nuevas tecnologías aplicadas al deporte.

Sin embargo, su clase no constaba solamente del atletismo, ya que también estuvieron presentes “los deportes de forma fragmentada como, por ejemplo, lanzamientos, manipulación de elementos (pelotas handball y básquet), todo de forma individual”.

Las docentes y el profesor de los distritos de la Región 14, también dieron su opinión acerca del debate generado en los medios de comunicación con respecto a la presencialidad – virtualidad, y de la frase que circuló, “no hay clases, las escuelas están cerradas”.

Marianela (Los Toldos), aseguró que “el debate es complejo, muchas veces desde los medios se habla de la educación de forma muy liviana, descontextualizada y con poco conocimiento del entramado educativo”.

“El 2020 fue el año en que muchas y muchos docentes hicieron un esfuerzo enorme por empoderarse ante esta situación, hicieron todo lo posible para tener las condiciones para seguir desarrollando su tarea”, comenta la docente.

Desde su profesión y experiencia, sostiene que “es doloroso escuchar y leer “no hay clases”. Las opiniones están cargadas de distintas perspectivas y a veces parece una mixtura de frases sin sustento. Analítica y conceptualmente tenemos que poner bajo la lupa el fenómeno educativo y pensarlo desde distintas perspectivas”.

Tras los cuestionamientos en relación a las escuelas y también a la práctica docente, Marianela destaca, “hoy nos vemos enfrentados a encontrar una nueva forma de “ser escuela” y repensar lo que veníamos haciendo hasta el momento”, y concluye, “la escuela, más que nunca, debe funcionar de manera articulada con los demás actores sociales”.

Por su parte, desde Lincoln, Valeria reflexiona que “todo cambio hace revolución y nuestra educación necesitaba de este movimiento para replantearnos, como docentes y padres, qué es la escuela. Si es solamente un edificio donde participamos docentes y alumnos o es una institución que está más allá del espacio físico”.

Tras el debate de los medios, considera que el tema de la educación se utilizó “subjetiva y políticamente”, donde “el poder de Las redes sociales también fue generador de opiniones”.

Por lo tanto, concluye afirmando que “la escuela estuvo, está y estará siempre en continuo cambio. La virtualidad vino para quedarse”.

Desde Alem, Ezequiel opinó que según la finalidad del debate realizado “puede ser fructífero”, y analiza que, si bien existieron dificultades para llevar adelante las clases virtuales, “los equipos directivos y docentes buscamos alternativas para suplir ese inconveniente”.

De esta manera, en el mismo sentido que Marianela (Los Toldos), sostiene que “las escuelas nunca estuvieron cerradas, los contenidos de alguna manera u otra los docentes nos esforzamos para poder enseñarlos. Nos reinventamos en la forma de trasmitirlos y siempre se intentó llegar al alumno y las familias”.

Precisamente, tras la frase “no hay clases, las escuelas están cerradas”, Ezequiel asegura que “no es así, la escuela nunca estuvo cerrada, paso por un proceso de educación virtual y ahora estamos nuevamente en el proceso presencial, el cual nos permite vincularnos desde el lado afectivo con nuestros alumnos”.

“Como docente, entiendo que el proceso virtual sirvió para garantizar la educación en durante la pandemia, pero también considero que es sumamente importante garantizar la presencialidad, no solo por lo educativo, sino porque la escuela es un lugar de contención y de sociabilización”, concluye el profesor de Educación Física.

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