Se trata de una Escuela de Enseñanza Media para Adultos (EEMPA) con una política pública ideada por el Estado santafesino en conjunto con las organizaciones trans travestis, para incluir a estos colectivos en la educación formal y darle continuidad a las trayectorias escolares interrumpidas.
La experiencia piloto, que comenzó en abril pasado en la ciudad de Santa Fe y ya fue replicada en Rosario y Reconquista, tomó como ejemplo al Bachillerato Popular “Mocha Celis” de la ciudad de Buenos Aires, creado hace 10 años y el primero en su identidad en el mundo.
«El Mocha Celis es una experiencia de gestión privada mixta exitosa que nos sirvió para empezar a pensar algo similar pero que alcance la instancia de ser una política pública en Santa Fe», manifestó la directora provincial de Políticas de Igualdad, Nerea Tacari.
«Hay una realidad que atraviesa a las compañeras, es que las trayectorias educativas secundarias se ven interrumpidas por un montón de motivos que les imposibilitan acceder al título secundario con todo lo que eso conlleva».
«A partir de esta experiencia van a tener la posibilidad concreta de terminar la secundaria. Es la primera experiencia en el país en que un Estado le da la posibilidad de terminar la secundaria al colectivo», enfatizó.
Y agregó: «No es una educación cualquiera, sino una cuidada, inclusiva, que tiene en cuenta todas las trayectorias personales y que brinda un título que permite pensar un proyecto de vida diferente para su futuro».
La carrera está destinada a mayores de 18, con una duración de 3 años, bajo una modalidad de cursado con alternancia (una semana presencial y otra desde la casa para resolución de trabajos prácticos), de lunes a viernes de 18 a 21, y al completarlo se extenderá el título de «bachiller», con validez nacional.
«Las clases contarán con abordajes interdisciplinarios que permitirán la inserción del alumno en el tramo que le falte, no tiene que repetir ni esperar», explicó el secretario de Educación de Santa Fe, Víctor Debloc.
«Es un EEMPA público renovado, que busca asegurar el derecho a la educación de sujetos cuyas trayectorias escolares están incompletas por obstáculos de orden social o cultural, y que estuvieron olvidados o no visibilizados por la educación pública», indicó.
En ese sentido, señaló que «no es excluyente, cualquier sujeto vinculado a la identidad que tenga está invitado a participar».
Durante la convocatoria a anotarse en Santa Fe, el EEMPA inclusivo recibió un 50 por ciento de solicitudes para cursar el primer año, las edades abarcan desde los 21 años hasta los 61 y la mayoría de los alumnos hacía más de diez años que no cursan en ninguna institución educativa, indicaron fuentes oficiales.