
Los últimos días fueron movilizantes para la comunidad educativa francesa, donde miles de docentes marcharon por las calles de Francia en una jornada de huelga por el rechazo que se produjo con el manejo de la pandemia. Esto sucede luego de que el Gobierno modificara tres veces en una semana los protocolos anti-Covid-19 en las escuelas.
Según las cifras que manejan los sindicatos, la protesta tuvo una adhesión del 62% en profesores de secundaria, 75% en los de primaria y una numerosa cantidad de las familias de estudiantes. En contrapartida, el Ministerio de Educación sostiene que el promedio nacional de seguimiento fue solo del 27,34.
Esta medida tuvo la aceptación de 11 sindicatos de la enseñanza y de organizaciones de familias, dando una muestra del descontento generalizado de todas las partes involucradas en los colegios. “Es una huelga contra la falta de concertación”, afirmó Laurent Berger –secretario general del sindicato CFDT- en la emisora France Info.
Por su parte, Lilia Larbi (profesora de inglés y miembro del sindicato SE-UNA), quien marchaba en el centro de París, manifestó que “el paro no es contra el virus, es contra la mala comunicación, el cambio de reglas y el mal manejo de la crisis sanitaria”.
En un contexto donde los casos positivos en la comunidad educativa han crecido exponencialmente con el correr de los días, los últimos protocolos sanitarios apuntan a no cerrar las aulas y a flexibilizar las condiciones de protección. Días atrás, el primer ministro Jean Castex había explicado que de lo contrario “en pocos días todas las clases de Francia estarán cerradas”.
Según admitió el propio ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, hubo 50.000 casos entre los chicos “en los últimos días” y esperan que la situación empeore.