En 2021 la Ley de Educación Sexual Integral cumple 15 años. “Es tiempo de realizar un balance, de valorar el camino recorrido, y de desarrollar estrategias innovadoras que permitan garantizar su implementación en todas las escuelas del país”, afirmó Nicolás Trotta.
La Educación Sexual Integral funciona como una herramienta de acceso a información, y de reconocimiento de situaciones de violencia, en la medida que su aplicación sea sobre la base de las necesidades de jóvenes y trabajadores.
Desde antes del 2006, estudiantes y docentes reclaman una ESI laica y científica, para abordar la multiplicidad de situaciones que se presentan día a día, en un país donde sucede un femicidio o crimen de odio cada 30 horas, y donde la objetivización y denigración de las mujeres y diversidades sexuales y de género se ven constantemente.