
Especialistas en educación convocados por la Unesco afirmaron que las plataformas de inteligencia artificial están llevando a «reimaginar los procesos de enseñanza y aprendizaje» y compararon el aporte de estos chatbots a una «calculadora del pensamiento», al presentar una guía elaborada por el organismo para docentes universitarios sobre esta nueva tecnología.
La Unesco presentó la «Guía de inicio rápida: ChatGPT e Inteligencia Artificial en la educación superior», al reconocer el «impacto inmediato» en estudiantes y profesores que tuvieron el chatbot de la empresa Opean AI y otros programas de este tipo, que alcanzaron cientos de millones de usuarios en los últimos meses.
«La irrupción de la inteligencia artificial conversacional de una u otra forma está transformando el trabajo de las personas que nos dedicamos al conocimiento. Debemos saber más de esta herramienta porque si no la conocemos nunca la vamos a poder usar bien», aseguró Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, al abrir el webinar en el que se anotaron más de 6.000 personas de toda la región.

Pedró explicó que estas plataformas «equivalen a la calculadora electrónica, pero para profesionales del conocimiento».
«La potencialidad que tiene es que pueden ahorrar mucho tiempo siempre y cuando al final del proceso el usuario pueda discernir lo que tiene entre manos. Acceder de una manera más rápida a fuentes de información, aún con sus limitaciones, es un cambio sustancial», sostuvo el funcionario de la Unesco.
En la transmisión por videoconferencia, desde la Unesco se instó a los miles de participantes a realizar una encuesta sobre el ChatGPT y entre las tareas educativas que se le puede pedir a la plataforma los usuarios eligieron «ayudar en la investigación; explicar ideas complejas; redactar un ensayo, un correo electrónico u otro documento, y crear contenidos en diferentes idiomas».
Por su parte, Axel Rivas, director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés de Argentina, sostuvo que los chatbots de inteligencia artificial tienen «potencial para mejorar la enseñanza» y pueden funcionar como «un asistente para la docencia».
«Es una gran calculadora del pensamiento. Ahora hay acceso a una incontable cantidad de información que puede dialogar con nuestra cabeza, es una oportunidad para testear nuestras ideas. Para las personas que trabajamos con un saber propio es un asistente, pero también es riesgoso para las personas que no saben sobre lo que están preguntando porque puede haber fallas», aseguró. AP