
Se trató de una competencia internacional de robótica virtual, organizada por la Escuela Técnica Nº 1 de Carlos Casares, utilizando la plataforma Vex Code. Juliana Carrano y Pablo Márquez, fueron los docentes a cargo de la competencia.
Esta vez se solicitaron dos desafíos que debían ser entregados en el mismo momento, por un lado, el patio de juegos “Laberinto de Paredes” y por otro “Movedor de Discos”. La complejidad fue mayor a la competencia anterior, los alumnos tuvieron que programar al robot virtual para que realice los recorridos aplicando el uso de sensores, ciclos de repetición, condicionales y variables.
Marcos Abentín, Tiziano Carrizo, Jeremías Noir, junto a la profesora Juliana Carrano, de Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 1, obtuvieron el 3er puesto de la competencia, en una categoría que participaron 4 países y varias provincias de Argentina, con 33 equipos en total. La competencia fue virtual.

Por otro lado, el profesor Pablo Márquez enseña materias relacionadas con diseño mecánico, maquinas eléctricas y automatismos. Las mismas, están muy relacionadas con robótica, ya que los robots son máquinas electromecánicas programadas con ciertos automatismos.
Los alumnos de cuarto año de la especialidad electromecánica, que participaron, fueron: Cristian Acosta, Agustín Cesanelli y Lautaro Córdoba. Se inscribieron en 2 categorías de robots físicos seguidores de línea para mayores de 13 años, robots de 2 sensores y robots de más de 2 sensores.
En dicho concurso participaron varios países de Sudamérica y Canadá. En este marco, obtuvieron el primer puesto en robots de 2 sensores y terceros en robots de más de 2 sensores.
El profesor comentó un poco acerca de la experiencia anterior a este concurso, “para mí fue un desafío muy interesante. Ya habíamos tenido una experiencia en concursos de robótica el mes de julio de este año. Es esa ocasión nos costó bastante la puesta a punto del robot y no obtuvimos tan buenos resultados. Si bien no alcanzamos los primeros 3 puestos tampoco salimos últimos, pero aprendimos mucho”.
Precisamente, en esta oportunidad, “mejoramos el robot con trabajo en equipo. Bajamos el peso del robot para que pudiera girar más rápido, jugamos con los diámetros de las ruedas. Los chicos pasaron muchas horas fuera de clase probando los robots para encontrar los parámetros que les dieran la mayor velocidad”.
Además, comentó que los estudiantes, “se engancharon mucho con este desafío, pero hubo momentos difíciles en los que no podían hacer andar bien el robot ya que se despistaba constantemente. Gracias a la perseverancia y a las ideas innovadoras lograron superar este estos inconvenientes. Los resultados están a la vista”, concluyó el profesor.