La hegemonía de la mediatización: una amenaza para la educación en línea – Luis Sujatovich

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La educación en línea padece un grave problema: las prácticas comunicativas que se
multiplican en la red están impactando negativamente en las relaciones entre
estudiantes, docentes, contenidos y consignas. No se trata de la brevedad, a pesar de la
insistencia de algunos autores, sino más bien de una predisposición a vincularse con
contenidos de un modo relajado (como si se tratara de un momento de ocio), o sin
prestarle la debida atención. La placidez de las conexiones diarias y de su previsible
desenlace tensionan a la educación, porque no se advierte una distinción sustancial entre
los diferentes espacios. Facebook y Moodle se asumen como similares.

La integración de las actividades de aprendizaje junto con aquellas que se caracterizan
por no requerir una preparación específica ni tampoco un compromiso cognitivo alto,
acaban configurando una situación desfavorable para las propuestas formativas que
están alojadas en la red. De alguna forma, el medio acaba siendo el mensaje. Es decir, el
comportamiento esperado en esos espacios tiende más hacia la informalidad, la ligereza
en las construcciones gramaticales y el desinterés por el cuidado de la ortografía, entre
otras particularidades.

Es posible, por lo tanto, advertir la emergencia de una hegemonía de la mediatización.
Esto quiere decir que se destaca cierta predisposición a vincularse con los contenidos de
un modo similar, no importa si es un meme o una notificación de una mesa de finales.
La continuidad que se establece entre redes sociales y la plataforma de una universidad,
influye de manera persistente en el modo en que estudiantes y docentes participan en las
aulas, suscitando situaciones que no suelen redundar en beneficio de las propuestas
formativas: la excesiva informalidad o la ausencia de comportamientos adecuados, no
favorece una integración positiva de los temas y actividades de estudio.

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Este desencuentro dista de ser inédito, ya que no es la primera vez que un medio de
comunicación establece una transformación en la conducta: en los comienzos de la
industria cinematográfica fue necesario instruir al público para que pudiera comportarse
de un modo diferente a como lo hacía en los teatros o en el circo criollo, donde tenía la
posibilidad de moverse, expresarse en voz alta y consumir bebidas. En consecuencia, se
manifiesta la necesidad de establecer un marco de desempeño que no se limite a las netiquetas, ni a las pautas de participación, para que los intercambios que se produzcan
en un campus virtual (y en los demás espacios institucionales), no se asemejen tanto a
los que se generan en un grupo de WhatsApp.
La hegemonía de la mediatización es la peor consecuencia de no abordar los consumos
culturales en las propuestas educativas contemporáneas.

Luis Sujatovich, Prof. y Dr. en Comunicación Social

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